El pueblo con solo dos habitantes que simboliza el abandono rural en Castilla-La Mancha
En Castilla-La Mancha se encuentra el municipio menos poblado del país, reflejo de una tendencia creciente en el interior peninsular
España sigue creciendo
en número de habitantes a nivel nacional, pero esa tendencia positiva no se
traslada por igual a todas las regiones. Comunidades como Castilla-La Mancha,
Aragón, Castilla y León, Asturias, La Rioja, Galicia, Extremadura y la
Comunidad Valenciana continúan perdiendo población en sus zonas rurales, según
datos recientes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto
Demográfico.
Un ejemplo extremo de
esta situación lo representa Illán de Vacas, un pequeño municipio
toledano que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta
actualmente con tan solo dos vecinos censados, ambos hombres. Se trata
del pueblo con menos habitantes de toda España.
De 248 vecinos a solo
dos
La historia
demográfica de Illán de Vacas ha sido descendente desde mediados del siglo XIX.
Su pico poblacional se alcanzó en 1857, cuando contaba con 248 habitantes.
Desde entonces, la cifra no dejó de bajar, y ya en 1960 el municipio había
caído por debajo de los 100 residentes. Hoy apenas sobreviven dos personas en
este núcleo rural.
Pese a su escasa
población, Illán de Vacas está rodeado de localidades más grandes como Los
Cerralbos, Otero, Domingo Pérez, Cebolla o Lucillos, y se sitúa a escasos 23
kilómetros de Talavera de la Reina, ciudad con más de 84.000 habitantes.
Guadalajara, epicentro
de pueblos casi vacíos
La provincia de
Guadalajara concentra buena parte de los municipios con menos de 20 habitantes
en Castilla-La Mancha. Nombres como Angón, Castilnuevo, Torremochuela o Valtablado
del Río apenas superan los cinco o diez vecinos, según el INE. La lista
completa refleja la realidad de un territorio afectado por décadas de éxodo
rural, donde muchos pueblos no logran sostener una población mínima ni
servicios básicos.
Una radiografía del
abandono rural
Los datos de
municipios como Illán de Vacas no son simples anécdotas: representan un desafío
territorial, social y económico para el futuro del país. La despoblación afecta
a infraestructuras, servicios, empleo, biodiversidad y cohesión social. A pesar
de políticas y ayudas específicas, el reto demográfico sigue siendo uno
de los principales desafíos de muchas regiones del interior de España.
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